Las esponjas son sencillos animales sésiles que carecen de órganos internos, nervios y músculos. Tienen un esqueleto hecho de espículas calcáreas o silíceas que dan rigidez al cuerpo y sirven para la defensa. Varias clases de células especializadas cumplen con las funciones de movimiento del agua, producción de espículas, digestión y reproducción.